Ruta por los pueblos blancos de Málaga

Si buscas un lugar para disfrutar de una escapada especial, visita los pueblos blancos de MálagaVerdaderos paraísos que se encuentran entre la Sierra de Cádiz y la Serranía de Ronda y que ofrecen un espectáculo inigualable de belleza natural con sus paisajes de encinas, pinos y alcornoques.

Además, recorriendo sus calles, y a través de restos arqueológicos y edificaciones antiguas, podrás conocer importantes hitos de la historia de la región.

7 pueblos de Málaga que no te puedes perder

Estos son los pueblos blancos de Málaga que no puedes dejar de visitar:

Casares

Casares es el pueblo blanco por excelencia, ubicado entre la Costa del Sol, el Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda. De ahí que nos regale un paisaje muy variado, en el que se combinan picos de gran altura, tierras escabrosas y costa. Sus características empinadas cuestas y calles estrechas están llenas de casas de color blanco, que nos regalan una imagen de la que difícilmente nos podremos olvidar. Entre sus principales puntos de interés se encuentran la iglesia de la Encarnación y las cuevas de Ballesteros y Hedionda.

Ronda

Ronda es, quizás, uno de los pueblos blancos más famosos de Málaga por cosas como el Parque de la Alameda del Tajo, la plaza de toros y su plaza Mayor. Su impactante paisaje está marcado por la existencia del Tajo de Ronda, perteneciente al río Guadalevín, rodeado de sierras. Cruzar el puente que lo atraviesa es una de las cosas que no puedes dejar de hacer.

Atajate

El precioso pueblo de Atajate está localizado en el mismo centro de la Serranía de Ronda. En sus escasas calles, las casas destacan por sus coloridas macetas, presididas por la iglesia de San Roque. Atajate es el pueblo perfecto para una escapada romántica y tranquila con tu pareja en la que, además, podrás disfrutar del exquisito mosto local y de sus especialidades reposteras de raíces moriscas.

Benaoján

Benaoján se encuentra en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema. Uno de los destinos preferidos de los amantes del ecoturismo y la aventura. Son muy conocidas las Cuevas del Gato y de La Pileta. De hecho, en esta última se conservan aún pinturas rupestres del paleolítico.

Algatocín

Muy cerca de Atajate se encuentra Algatocín. Llaman también la atención sus calles empinadas, custodiadas por casas pintadas de blanco y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, con su impresionante cúpula azul coronando el campanario.

Montejaque

El nombre de Montejaque simboliza “montaña perdida”. Este es un punto obligado para los amantes de la historia, situado en la Sierra de Grazalema. En sus intrincadas calles podrás descubrir importantes vestigios de épocas pasadas, como los restos de un puente romano que cruzaba el río Campobuche o la iglesia de Santiago el Mayor, que data del siglo XVI.

Gaucín

Gaucín es uno de los pueblos más abruptos de la región. Se encuentra en el valle del Genal y es uno de los que mejor conserva las huellas de la cultura morisca. Sus calles conservan el trazado original de la época del Al-Ándalus, a juego con sus casas blancas con rejas y balcones artesanales.

Si esto ha despertado tu interés, no lo pienses más y disfruta de una escapada de ensueño en los pueblos blancos de Málaga. Alucinarás con los tesoros rurales que esconde nuestro país.

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